PASARELA INFINITA


La pequeña Rosalía dejó escapar
la belleza que venía de serie,
buscando la sonrisa en su espejo.
Su reflejo le hacía olvidar
la cúspide de su corazón
Siempre de rosa desfilando
en su dorada pasarela infinita
Se olvidaba de cultivar
la belleza que no se pierde
y que  acompaña hasta el fin.

 A costa de vivir mintiéndose
inició el camino de su extinción.
La generosidad se perdía
en sus kilométricas pestañas,
con las que le daba sombra
a su vida de porcelana.

Rosalía se hacía pequeña,
con cada hora perdida
Se hundía en el mísero olvido.
Quién se acuerda de su sonrisa
detrás de tanto envoltorio.

Que pena de lo perdido.
Dejó escapar su valía
dentro de un papel de aluminio
Se quedó sin ver la luz
su mágico espejo de adentro.

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