EL MIMBRE

 
 
Soñé ser mimbre de algún canasto.
Mis dedos eran generosas varillas
fuertemente entrelazadas a otras
con intención de ser buen fondo
 
Me sentía seguro a pesar del peso,
porque con tus manos me tenías
sabiendo que tu tampoco caerías.
Sujetarte era obedecer al destino
 
Por qué mi sueño se llama utopía.
No parece difícil unir los brazos
para aguantar al mundo enfermo
 
Nuestras astillas rompen el saco
porque nos ganó la indiferencia.
Sabios de grandes ojos cerrados


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