RECUERDOS
Los recuerdos que prefirieron quedarse
me socorren mil veces de tu olvido,
como la tabla que socorre al ahogado
en el océano de días que se suceden
sin la mínima posibilidad de encontrarte
más allá de los exclusivos rincones
en los que, en silencio, permaneces.
Si el tiempo no me trajera tu nombre,
como hoy en esta mañana de junio,
siempre me quedará la risa
de aquella tarde en que me embriagó
la felicidad de ver el dolor ausente.
Si tu risa se quedase en el camino
será el olor a crema de tu piel
el que me haga sentir que aún no te has ido
de los huecos que guardan tu esencia
como perfumes en tarros pequeños.
Si tus recuerdos se convirtieran en nada
me acompañarían mis años a la muerte
para encontrarme contigo en tu cielo.
me socorren mil veces de tu olvido,
como la tabla que socorre al ahogado
en el océano de días que se suceden
sin la mínima posibilidad de encontrarte
más allá de los exclusivos rincones
en los que, en silencio, permaneces.
Si el tiempo no me trajera tu nombre,
como hoy en esta mañana de junio,
siempre me quedará la risa
de aquella tarde en que me embriagó
la felicidad de ver el dolor ausente.
Si tu risa se quedase en el camino
será el olor a crema de tu piel
el que me haga sentir que aún no te has ido
de los huecos que guardan tu esencia
como perfumes en tarros pequeños.
Si tus recuerdos se convirtieran en nada
me acompañarían mis años a la muerte
para encontrarme contigo en tu cielo.
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