EDUARDO GALEANO
Cuando muere un poeta,
se adentran en las nubes las palabras,
indagan el lugar perfecto
en el que soñar.
Y en las nubes hacen el amor,
o la guerra,
gritan, o lloran, o sangran.
Pero están,
están ahí, descargando gotas
como venas abiertas
sobre la eternidad,
y sobre las heridas.
Allí, en las nubes existe un pulular
de letras vivas que seguirán mirando,
mirando sus calles llenas de colores,
sus niños con tirachinas,
su mundo lleno de abrazos,
su luna roja y sus montes verdes.
sus niños con tirachinas,
su mundo lleno de abrazos,
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