VANIDAD
Estrangulada mil veces no hay quién la
mate,
Se alarga el camino entre la muerte y el
ego,
se aleja la parca cuando la ve caminando.
Aliada y amiga la deja crecer en la
mente.
Omnipotente por aplausos alimentada,
Demasiados espejos, demasiado de todo.
Levitando la llevan por encima del alma.
Indemne de castigo asesina al humilde,
con sus garras de fuego se come a su yo.
Muerta, de risa, cuando el sencillo se
va.
Perecerá el vanidoso, pero no su vanidad.
Comentarios
Publicar un comentario